“Gaviota, gaviota,
vals del equilibrio,
cadencia increíble,
llamada en el hombro.
Gaviota, gaviota,
blancura, delirio,
aire y bailarina,
gaviota de asombro.
¿Adónde te marchas,
canción de la brisa,
tan rápida, tan
detenida?...” (S. Rodríguez).
Con este relato pretendo trasladar
las memorias de una expedición
inesperada, que afortunadamente juntó mi lente con la acción de profesionales
de la biología para ser partícipe y testigo de la observación de aves
costero-marinas; muchas de ellas vistas por
lugareños y veraneantes como parte de un paisaje playero, o fieles acompañantes
de embarcaciones de pescadores o bien, solitarios caminantes de la playa. Esta
es la primera de una serie de posts de mi blog fotográfico sobre el Taller de
Identificación y conteo de aves costero-marinas en algunos lugares de El
Salvador.
El taller
Favorecido por la fortuna cuando
por una consulta técnica y atrevida hecha al biólogo salvadoreño Néstor
Herrera, a quien no tenía el gusto de conocer, pero de quien ya había leído
artículos sobre vida silvestre y su conservación, fue que él mismo me permitió sumarme
a un equipo de biólogos experimentados y estudiantes universitarios, para
acompañarles en un esfuerzo por capacitar nuevos profesionales en la
observación e identificación de aves costero-marinas. Coordinados por los biólogos
Ricardo Ibarra y Néstor Herrera, el grupo emprendió su primer taller el pasado
25 de agosto en San Diego y luego en Las Bocanitas, departamento de La Libertad.
Estero San Diego, La Libertad (Imagen Google map)
A las 8 am ya se preparaba el
equipamiento para explorar la primera zona, en el estero San Diego. Advertido por
Néstor Herrera y, al igual que el resto de biólogos, me prodigué de una gorra,
camisa manga larga, bloqueador solar y ropa adecuada para moverme entre arena y
mar y por su puesto, la cámara. El equipo de técnicos además portaban sus telescopios,
binoculares, libretas de apuntes, guías para la identificación de aves. Ricardo
Ibarra les pidió que tomaran nota de la luminosidad del día, la humedad ambiental y
otras condiciones que deben ser registradas de rigor. Frente al estero,
aparecieron los primeros especímenes. De inmediato, comenzó el grupo la identificación
recibiendo las orientaciones de Ricardo y Néstor.
En el estero San Diego pude capturar la imagen de varias
especies algunas de ellas son migratorias (vuelan miles de kilómetros entre el Norte y el Sur del continente, encontrando en nuestras costas condiciones climáticas más favorables). Lo difícil de la identificación de estas aves es porque pueden parecerse mucho entre sí. Además una misma especie puede presentar distintas apariencias, las cuales cambian de acuerdo a si son jóvenes o adultas; si están en estado reproductivo o no. Sólo con la suficiente formación y experiencia es posible saber de quién se trata.
Charadrius
collaris, Collared Plover
Calidris
alba, Sanderling
Numenius phaeopus
Calidris
minutilla, Least Sandpiper
Tringa semipalmata, Willet
Calidris
alba, Sanderling
Charadrius
collaris, Collared Plover
Charadrius
collaris, Collared Plover
Egretta
tricolor (izq.) y Egretta thula - Snowy Egret, (der.)
Egretta tricolor (Tricolored Heron) -
Con un pequeño pez atrapado con su largo pico.
Egretta tricolor (Tricolored Heron),
Tras pequeños peces que se movían entre las someras aguas del estero.
En el estero San Diego tuvimos la fortuna de que las aves permitían aproximarse lo suficiente para identificarlas. En ocasiones bastaba mantenerse quietos y ellas solas se acercaban, tomándonos como si fuéramos parte del paisaje. Normalmente, estas aves no permiten mayor acercamiento.
Ricardo Ibarra y Néstor Herrera conducen el taller.
En el estro San Diego hay actividad pesquera artesanal y turismo. Este último afecta en cierta medida la salud del ambiente de las aves y otras especies que habitan o visitan la zona, pues siempre se pueden observar desechos sólidos contaminantes, especialmente de plástico.
En Las Bocanitas, La Libertad.
Cerca de las 9.30 de la mañana estábamos en Las Bocanitas, extremo sur de las playas de La Libertad. Al acceder a esta zona pasamos primero por un pequeño bosque bajo, poblado de mongollanos y otros árboles propios de la zona. Un miembro del equipo de estudiantes, Cristian, con ojo agudo detectó un ave que tenía antojado encontrar y fotografiar. Pero por ser nocturna, nunca imaginé tenerla tan cerca de mí y en pleno día. En una rama a baja altura, estaba posado con su plumaje castaño. Me sorprendí de cómo pudo verlo, pues se confunde muy bien con el color de la rama donde estaba, más aún porque estaba entre la fresca sombra. Se trataba de un pucuyo. Tuve que acercarme de rodillas y lentamente entre los matorrales para poder fotografiarlo. Pero no imaginaba que había más sorpresas aún...
Chordeiles
acutipennis (Lesser Nighthawk) o "Pucuyo", para nosotros.
Al poner pie sobre la playa, ya la naturaleza muerta mostraba un paisaje que nos iba a sorprender, bajo un quemante sol.
Leucophaeus atricilla - (gaviota reidora)
Al caminar por la playa, Jeniffer Abrego, miembro del equipo advirtió que sobre la arena se posaban varios pucuyos... eran dos, tres, cuatro.. muchos que se confundían con ramas y troncos secos, estopas de cocos, por su color café. En cuanto avanzábamos y nos acercábamos emprendían vuelo sorprendiéndonos, sobrevolaban a baja altura y se volvían a posar más adelante. La verdad, para mi fue un espectáculo...
Pucuyos (Chordeiles
acutipennis) en Las Bocanitas, La Libertad.
Tyrannus
melancholicus - Tirano
Mimus
gilvus (Tropical Mockingbird) - Sinsonte, para nosotros.
(Esta curiosa ave tropical emite cantos variados e incluso se sabe que puede imitar otras aves.)
Al final de la jornada y cansado por la caminata y el sol nos despedíamos del primer taller, que auguro, es el preludio de una gran experiencia en la que espero aprender mucho y aportar algo a ese equipo de biólogos que demuestran pasión y profesionalismo. Nuestro país necesita en realidad avanzar en esfuerzos de defensa y conservación del medio ambiente, porque es nuestra propia salvación y la de las generaciones que vienen. Por el momento, un primer paso es visibilizar por medio de este blog esta acción científica y medioambiental y con ello sé que lograré sensibilizar al respecto. ¡Hasta la próxima!
NOTA: Agradezco a Néstor Herrera y Ricardo Ibarra por permitirme participar en esta labor en favor de nuestro país, de sus recursos naturales. Y particularmente a Néstor y Jeniffer Ábrego por ayudarme a identificar las aves aquí incluidas.