Febrero de 2013. Antes
que el sol asomara, apuré el último sorbo de café y cargué en mi jeep todo el
equipo para otra expedición que me ilusionaba volver a hacer desde agosto del año
pasado (Aves Costero -marinas de El Salvador Parte I). En minutos, junto al grupo de biólogos emprendimos camino hacia cuatro
puntos del litoral salvadoreño, para observar aves costero marinas. En mi mente
revoloteaban ya las imágenes posibles: de esos maravillosos seres que viajan
miles de kilómetros para visitar nuestras costas y humedales, cargando
historias y paisajes entre sus alas. El epígrafe con el que calzo esta historia
en fotos, es tomada de la novela Juan Salvador Gaviota (Richard Bach, 1973),
que de niño mi padre puso entre mis manos y que me hizo volar con él. Las horas
porvenir me harían conocerlo directamente, a Juan, volando libre y haciendo que
yo lo hiciera con él, cámara en mano.
Melvin Bonilla, uno de los que lideraban nuestro grupo
(otros equipos se dirigieron a otros destinos: el embalse del Cerrón Grande, Bahía de
Jiquilisco, y Barra de Santiago) me explicaba que esta acción es un esfuerzo de
varios biólogos salvadoreños por registrar las especies de aves que habitan
estos lugares (algunas son residentes y otras, migratorias). Me contaba en el
camino cómo éstas aves se comportan en su migración y otros temas muy interesantes,
como el de los azacuanes, esas aves que pasan en bandadas interminables y que popularmente
relacionamos con el tiempo en que inicia y finaliza la época lluviosa en
nuestras tierras. Pero a ese tema espero dedicarle un post especial, pues tiene
aspectos muy interesantes.
Las fotografías de este post, muestran ejemplares que
pudimos observar y admirar en el recorrido, en el que personalmente pienso que
nos acompañó la fortuna, por haber encontrado tantas especies diferentes.
Las Bocanitas- La Paz
Gran Garza blanca. (Ardea alba)
Playerito. (Calidris pusilla)
Garcita blanca. (Egretta thula)
Playerito patas amarillas. (Calidris minutilla)
Chorlito. (Charadrius semipalmatus)
Cormorán, Pato chancho o Pato cuche. (Phalacrocorax brasilianus)
Playero. (Tringa semipalmata)
Los Pinos, La Paz.
Policía. (Himantopus mexicanus), Garcita azul. (Egretta caerulea) y
Alza colita. (Actitis macularia.)
Alza colita. (Actitis macularia.)
Diferentes especies comparten las tranquilas aguas del estero.
Policía. (Himantupus mexicanus)
Gran Garza blanca. (Ardea alba)
Querque. (Caracara cheriway)
Querque (Caracara cheriway)
Querque (Caracara cheriway)
Espátula, Garza rosada o Garza Cucharón. (Platalea ajaja)
Garza Tricolor (Egretta tricolor) y Playero (Tringa melanoleuca)
Garza pico rosado. (Egretta rufescens en morfo blanco.)
Chorlito de doble collar (Charadrius vociferus) y Gallito de agua (Jacana spinosa.)
Garza pico rosado. Egretta rufescens en morpho oscuro.
Policía (Himantopus mexicanus) y Garza rosada (Platalea ajaja.)
Policía. (Himantopus mexicanus.)
Policías. (Himantopus mexicanus)
Los pescadores artesanales se benefician de la riqueza natural del estero.
Policía. (Himantopus mexicanus)
Playa Toluca, La Libertad.
Gaviota real. (Thalasseus maximus)
Gaviota real. (Thalasseus maximus)
Gaviota real. (Thalasseus maximus)
Gaviota real. (Thalasseus maximus)
Gaviota reidora. (Leucophaeus atricilla.)
San Diego, La Libertad.
Coco o Ibis blanco. (Eudocimus albus), etapa juvenil.
Gaviota reidora. (Thalasseus maximus) y Gaviota real. (Leucophaeus atricilla)
Coco o Ibis blanco. Eudocimus albus (juveniles), el plumaje del ejemplar de la derecha
está cambiando a blanco, que es el color que muestran de adultos.
Coco o Ibis blanco (Eudocimus albus) y Policías (Himantopus mexicanus) en vuelo.
Playero. (Tringa semipalmata)
Playero. (Tringa semipalmata) sumergiéndose para alimentarse.
Coco o Ibis blanco. (Eudocimus albus), etapa juvenil.
Garza pico rosado (Egretta rufescens en morfo blanco,
Gaviota reidora (Thalasseus maximus) y Gaviota real (Leucophaeus atricilla).
Garza pico rosado (Egretta rufescens) en morfo blanco
El equipo en acción.
El conteo de aves es una tarea minuciosa que requiere conocimiento y concentración. Se trata de identificar las diferentes especies presentes en el área y contar cuántos ejemplares hay de cada una. Igualmente, se registran comportamientos, actividad, condiciones del terreno, clima, etc. El equipo al que acompañé, liderado por Melvin Bonilla y Jeniffer Ábrego estaba conformado también por Vicky Galán, Adriana Hernández y Walter Elías Méndez.
Jeniffer Ábrego, Melvin Bonilla y Adriana Hernández. (Foto de Jeniffer Ábrego)
Este servidor, en busca de la mejor toma.
(Foto cortesía de Jeniffer Ábrego).
Agradezco esta experiencia a Ricardo Ibarra, Néstor Herrera, los compañeros de equipo. Y gracias a Jeniffer por ayudarme a la identificación de las especies. ¡Hasta la próxima!
Mario, gracias por compartirnos esa experiencia. Es indudable que debemos cuidar nuestros recursos naturales. Su esfuerzo por divulgar esas visitas por medio del material fotografico es muy importante. Continue haciendolo.
ResponderEliminarJulita
gracias por estas fotos que nos permiten recordarnos de nuestra fauna
ResponderEliminarExelente post.
ResponderEliminarLas fotos estan fantasticas!
Gracias Mario!
En un excelente blog Mario, lo estoy revisando con un mayor entusiasmo.
ResponderEliminarEn San Jacinto (San Salvador) no es nada común ver garzas ... pero las ví, y las sigo viendo ocasionalmente desde mi ventana ... lo que me motivó a escribir :
GARZAS DE LA MAÑANA
Veo a las garzas de un blanco teñido de amor;
de frágiles figuras dispuestas a volar.
Ellas acicalan sus alas, plumajes del mar;
son aves vestidas de paz y blanco esplendor.
Hoy coronan las copas del grotesco guarumo,
y se han posado para acariciar la mañana...
con los versos de mi alma que les admira y ama:
son blancas altezas de espíritu taciturno.
Hoy las veo asoleándose desde mi ventana:
tranquilas, indolentes; pacíficas, inclemëntes...
son las aves que con su paz para esta mañana,
despiertan compasión y admiración en las mentes
(de los que aman, disfrutan... ¡y al guarumo engalana!)
con su elegancia, su luz y de morbos ausentes.
Cuando creí que ya no volverían me encontré con otra no menos interesante, diferente a las blancas que me habían fascinado. Desde mi ventana también he visto inspiración:
GARCETAS
Con el vuelo elegante de una pequeña garza
color café diferente de las otras blancas,
voló por mi ventana para hacer una pausa
sobre la copa del guarumo allá en la barranca.
Lucía negra y gastada de un café quemado,
patas amarillas y con el pico tostado.
Con esa frágil belleza me sentí atontado
lejos de aquellas alas blancas que tanto he amado.
Hoy me doy cuenta qué hace el color por el encanto,
subido a los pedestales de blanca armonía,
que si oscuro y pequeño es su distinguido manto
no será Dios que los margine a la luz del día...
seremos nosotros que explotaremos en llanto
por las alas blancas de estúpida algarabía.
Carlos Guzmán
Gracias, Carlos Guzmán por compartir esas hermosas líneas que conjugan tan bien la belleza de nuestra naturaleza con la riqueza del lenguaje. Saludos.
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