El vuelo del colibrí

¿Qué podrías hacer si tu corazón latiera 500 veces por minuto, si pudieras mover tus brazos o piernas 40 veces por segundo y tu musculatura constituyera casi la tercera parte de tu peso?... Serías un colibrí! Tendrías que alimentarte cada 20 minutos e ingerir dirariamente una cantidad de comida equivalente al doble o triple de lo que pesas.

Son las aves más pequeñas del mundo y son originarias de América y se conoce científicamente como familia de las Trochilidae. Poseen muchas virtudes fisiológicas que le permiten chupar la miel de las flores manteniendo estático su cuerpo en el aire.

Este ejemplar macho de colibrí Garganta Rubí (Archilochus colubris) fue rescatado en Usulután. Una de sus alas estaba atada con una pata al enredarse con un hilo de piscucha. Al soltarlas, volvió a volar libre.

Los colibríes tienen un plumaje colorido y en ellos es muy común el verde metálico.Sus picos pueden variar según la especie pues es una especialización por el tipo de flor de la cual suele alimentarse. Se alimentan fundamentalmente de néctar de flores dado que su vuelo y elevado metabolismo requiere muchas calorías, pero también comen insectos. Particularmente les atraen las flores de rojas o anaranjadas.

Una pequeña pluma quedó como recuerdo del colibrí liberado.

¿Cómo logran volar estáticamente y al mismo tiempo, alimentarse?

Mueven sus alas 70 veces por segundo o más, con un perfecto control. De entre su pico sale la delgada lengua que introduce en la flor (es tan delicado como enhebrar una aguja mientras caminas o ir tomando tu taza de café mientras subes las gradas). La pequeña ave puede volar hacia adelante o atrás con gran precisión. El secreto está en su interior, a la altura de su pequeño lomo hay una bolsa donde guarda momentáneamente el néctar que está ingiriendo. Este se agita en movimiento inverso al de las alas. Eso le da el sentido de equilibrio para mantener la estabilidad a la cabeza y  penetrar con precisión su lengua en la flor. Es un mecanismo similar a los fluidos y piedrecillas de nuestros oídos con los cuales mantenemos el sentido del equilibrio.

Amazilia rutila  
(Colibrí canela).

Este colibrí canela (Amazilia rutila) visita a menudo el jardín de mi casa natal.
Le gusta mucho la miel de las "ixoras" y otras flores, especialmente de color naranja o rojas.

Colibrí canela. Amazilia rutila.

Los colibríes introducen su larga lengua en las flores para

alimentarse de su néctar.

Anidación y empollamiento del colibrí "Canela"

(Amazilia rutila)

Este Amazilia rutila en su nido cuidadosamente construido sobre un árbol de aguacate,es tan pequeño, que fue una suerte detectarlo. Tuve el privilegio de verlo y fotografiarlo gracias a Glenda Patricia, una buena amiga, quien lo descubrió, y tuvo la gentileza de contarme su hallazgo y mostrarme su ubicación. Tres semanas después pude fotografiar a los polluelos, que medirán cerca de 2 centímetros. Logré hacerlo durante los momentos en que el colibrí adulto dejó el nido sólo. Para ello, con sumo cuidado para no espantarlo, caminé por el techo hasta acercarme lo suficiente. Gran golpe de suerte.

En días posteriores he dado seguimiento a la crianza de los polluelos donde muestro paso a paso su crecimiento hasta donde sea prudente acercarme al nido.

 (05-09-2012)

(05-09-2012)

Secuencia de la colibrí alimentando a sus polluelos. (Toma hecha el 10 de septiembre).

En una de estas tomas puede observarse que son dos polluelos.

(10 -09-2012)

(10-09-2012)

(10-09-2012)

(10-09-2012). 

(17-09-2012). Una semana después (abajo) ya han ganado peso y tamaño, presentan más plumaje y abren los ojos. El espacio en el nido ya es justo y la mamá colibrí los visita casi cada 20 minutos llevándoles pequeños insectos, que la he visto recolectar en cornisas y paredes.

(17-09-2012)

(17-09-2012)

(17-09-2012)

(17-09-2012). La mamá colibrí pasa todo el día activa yendo y viniendo, buscando comida para sus polluelos.

(19-09-2012). Los polluelos muestran un plumaje cada vez más denso, pero aún incompleto. Han ganado peso y tamaño.

20-09-2012. Los polluelos apenas caben en el nido. Ya el espacio es justo.

22-09-2012. Los dos pichones ya no caben en el nido. La mamá colibrí sigue alimentándolos casi cada 20 minutos. Sólo escuchan su aletear y abren sus picos. Ya muestran su plumaje casi completo, con el característico color canela en el pecho y un verde iridiscente en el lomo y las alas. Los picos aún son cortos en comparación de los adultos.

 26-09-2011. Ya sólo queda un colibrí joven, que ya muestra todo su plumaje. Su madre lo visita revoloteando cerca pero ya no le lleva comida. Pronto estará listo para también dejar el nido y repetir el ciclo de la vida.

(27-09-2012). El nido está vacío.Se ha marchado el segundo colibrí.  Ahora seguirá los pasos de sus progenitores para continuar con el ciclo de la vida. Me quedaré con este nido como recuerdo y lo conservaré con cuidado. Con las fuertes lluvias que están cayendo, se irá deshaciendo hasta desparecer.

(30-09-2012). Ya abandonado el nido, lo recolecté para conservarlo. Puede observarse cómo el colibrí lo elaboró usando fibras vegetales, telarañas y helechos, una delicada "artesanía" de la naturaleza. También pueden imaginarse el tamaño que tenía la mamá colibrí y sus polluelos.

Fotografía de alta velocidad, para los colibríes en vuelo.

En esta pequeña colección fotográfica, comparto el “experimento” de programar mi cámara a una alta velocidad (1/160, 1/200...) con disparo en ráfaga –Al Servo- (a razón de dos fotos por segundo mientras mantenga presionado el botón de disparo). Cuando está el ave en vuelo, es necesario mantenerse a una distancia prudente para no asustarla y mientras se sostiene la cámara lo más fija posible. Si está inmóvil, posada en alguna rama, podrá tolerar tu presencia si te acercas despacio o si ya permaneces quieto, con paciencia, hasta que aparezca en donde sabes que suele llegar a alimentarse. Lo ideal es conocer los sitios que frecuentan y utilizar un trípode para hacer un enfoque fijo y sin trepidación.

Lamprolaima rhami
(Colibrí alicastaño)

Este especimen lo fotografié en el cerro El Pital, Chalatenango, el 15 de enero de 2012. Posado sobre una rama de ciprés voló luego a nectar. ¡Hermoso!

Colibrí orejiblanco 
(Hylocharis leucotis).

Capturé en fotos a esta especie en un festín de decenas de individuos alimentándose en los árboles de calistermo. Este es un ejemplar macho.

Amazilia cyanocephala

(Colibrí coroniazul)

Colibrí Esmeralda Tijereta 

(Chlorostilbon canivetii)

  

Colibrí de Berilo

(Amazilia beryllina)

Zafiro de Elicia 

(Hylocharis eliciae)

Colibrí Garganta Rubí 

(Archilochus colubris)

Archilochus colubris-macho

 Archilochus colubris-macho

 Archilochus colubris-macho

 Archilochus colubris-hembra

 Archilochus colubris-hembra

Archilochus colubris-hembra

 Colibrí thalassinus 

(Colibrí Oreja violeta)

Anthracothorax prevostii

(Colibrí Mango)

Anthracothorax prevostii (hembra)

Anthracothorax prevostii (hembra)

Anthracothorax prevostii (hembra)

Anthracothorax prevostii (hembra)

Heliomaster constantii
(Colibrí Picudo)

Heliomaster constantii

Heliomaster constantii

Heliomaster constantii

Heliomaster constantii

Campylopterus hemileucurus

(Colibrí Violeta)

Campylopterus hemileucurus

Campylopterus hemileucurus

Eugenes fulgens

(Colibrí Magnífico)

Eugenes fulgens (macho)

Eugenes fulgens (hembra)

Eugenes fulgens (macho)

Campylopterus rufus